Historia de una Ladyboy tailandesa: parte 1

"¡Sawadee ka! Me llamo Pim y soy una mujer transexual de Tailandia A veces nos llaman Ladyboys, pero yo prefiero que me llamen simplemente mujer.

Estoy a punto de unirme a MyLadyboyCupid ya que estoy buscando un hombre extranjero con el que salir. Es difícil encontrar un hombre en Tailandia que entienda a las mujeres transexuales. Por eso, mis amigos y yo pensamos que lo mejor es ser miembro de un sitio especializado en citas para chicas T como MyLadyboyCupid. Un sitio así está dirigido específicamente a las mujeres transexuales y a los hombres que quieren conocerlas.

Tengo que hacer un perfil para poner en el sitio de citas y estoy pensando qué escribir. Tengo tanto que contar sobre mí y mi vida siendo un Mujer trans en Tailandia. Pero intentar expresarlo todo en pocas palabras es bastante difícil.

Las ladyboys saben pronto que son diferentes

Nací en Bangkok y ahora tengo 23 años. La mayoría de los tailandeses tienen apodos que les ponen sus padres y el mío es Pim. Mi nombre de pila es Rachada.

Soy la tercera hija de una familia de cinco hijos y las dos primeras de mi familia eran mujeres. De hecho, mis dos hermanas mayores salieron con hombres extranjeros y se casaron con ellos, y una de ellas vive ahora en Alemania.

Desde que tengo uso de razón sabía que era diferente. No sabía por qué y, por supuesto, nunca había oído hablar de los transexuales ni de los ladyboys. Lo único que sé es que me gustaba vestirme con la ropa de mis hermanas desde que tenía tres o cuatro años. Lo hacía cuando ellas o mi madre no estaban. A veces me pillaban con un vestido o una falda y un top, pero mis hermanas nunca me regañaban ni me echaban la bronca. Supongo que es la costumbre tailandesa. Mientras no hagas daño a nadie, se dice "sabai sabai".

Concurso local Ladyboy

Un día, cuando tenía unos 9 años, oí hablar de un festival en un templo cercano que se celebraría el sábado siguiente. Quizá era para celebrar el Año Nuevo tailandés o algún otro gran acontecimiento, no estoy segura. Me dijeron que habría un concurso de belleza transexual como parte de las celebraciones. El amigo que me lo dijo también me explicó en qué consistía la transexualidad. Un concurso de este tipo no es raro en Tailandia, porque a la gente le encanta divertirse. Y a los tailandeses les encantan las telenovelas y los concursos de belleza. Los niños de 6 o 7 años participan en concursos o espectáculos de belleza y nadie piensa en ello de forma negativa.
Primero le dije a mi hermana mayor que quería presentarme al concurso de transexuales y le pedí que le preguntara a mi madre. Mi hermana me miró con una sonrisa y me preguntó: "¿Entonces eres un Ladyboy?". Hizo una pausa. "Hmm..., recuerdo que siempre te gusta vestirte con mi ropa cuando salgo, ¿verdad?".

Fingí que me sorprendía su pregunta, pero no le contesté directamente. Lo único que sé es que, desde que me enteré de lo del concurso, tuve una sensación de realización maravillosa. Casi como si me invadiera una oleada de euforia. Recuerdo que pensé: Aaah...., por eso me siento diferente. Puede que sólo sea joven, pero sé que no soy realmente un hombre. Soy una mujer. Soy transgénero.

Mi hermana volvió a preguntarme por ser Ladyboy, pero yo me limité a responder: "Por favor, pregunta a mamá de mi parte. Y, oh...., ¿puedes ayudarme a maquillarme y a arreglarme?".

Aaah...., por eso me siento diferente. Puede que sólo sea joven, pero sé que no soy realmente un hombre. Soy una mujer. Soy transexual.

Al principio, mi madre no estaba de acuerdo porque mi padre decía que no pero, finalmente, después de un poco de persuasión, accedió. Hasta el día de hoy tengo una enorme deuda de gratitud con mis dos hermanas, ya que las oía hablar con mi padre sobre mí y mis maneras femeninas. Me ayudaron a cambiar mi vida para mejor.

El concurso de transexuales hace que nos demos cuenta

Durante la semana previa al concurso, me encontraba en un estado de confusión. Estaba tan emocionada que apenas podía comer. También dormía mal porque cada sueño que tenía era sobre vestirme. Subir al escenario con mi vestido y mostrarme al mundo como una mujer.

El día del concurso, la emoción de ponerme la ropa de mujer y maquillarme fue casi demasiado para mí. Me temblaban las rodillas y los músculos del estómago me saltaban sin control. Pero, después de que mi hermana me ayudara a ponerme postizos en el pelo y me mirara en el espejo, casi me echo a llorar. Casi me echo a llorar. Por primera vez en mi vida, me vi... a mí. En verdadero yo. Una joven atractiva (a pesar de que todavía tenía menos de 10 años).
No importaba si era ladyboy o transgénero. Lo único que sabía era que tenía que vivir mi vida como una mujer. Por supuesto, a esa edad no tenía ni idea de lo que eso implicaba ni de lo que tenía que hacer para conseguir mis objetivos. Pero sabía que ese era mi destino.

En cuanto al concurso de belleza, fue mucho mejor de lo que jamás hubiera soñado. Cuando subí al escenario, me invadió una sensación misteriosa. Casi como si toda mi masculinidad desapareciera y me convirtiera en 100% mujer. Mis gestos, mi lenguaje corporal y mi forma de caminar cambiaron. Me parecía tan natural estar allí, delante de cientos de personas, presentándome como una mujer joven.

No solo eso, sino que gané la sección de menores de 12 años del concurso a "la Ladyboy más guapa". Mi viaje transgénero había comenzado de verdad.

Os contaré más cosas la próxima vez, así que estad atentos a MyLadyboyCupid para conocer el resto de mi historia.